31 mar 2009

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Te vendo un corazón destejiendo las hebras de un algodón que cae en quiebra,
si te lo llevas.
Te cambio una primera brisa y una nana por tu media sonrisa de las mañanas,
si te quedas.


Grítame al oído,
que no oigo más que alaridos encerrados en los latidos,
de un valor asustado en el rincón de la nada.
Que la madrugada no viene sola y fría,
que no soy más que una sequía de tus labios,
y estos no más que un agravio de un menos por más.


Pero no me untes de cristal los ojos,
no me pintes un final,
que yo solo conozco prefijos
para empezar acertijos
que nunca
nadie
pudo averiguar.


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3 comentarios:

Ann dijo...

Vivamos juntas.









(Sí, estoy mucho más tranquila. Y me tomo la vida con más calma, con más perspectiva. Aunque cada día odie más las distancias.)

Ann dijo...

El problema sería que nuestras facultades está lejos.
Y encontrar el punto intermedio siempre es complicado ;)

Manuel D. "LLO" dijo...

¡Dímelo a mí! xDDDDDDDDDDDDDDDDDD

(Pasaba por aquí y tenía que decirlo).

...Eva through the Looking-Glass.

...Eva through the Looking-Glass.