Estudias cómo pasar de un vagón a otro mientras yo duermo entre sábanas de algodón.
Me diviertes explicándome a qué saben las rocas y por qué tienen esa forma, pero yo no te entiendo. Yo sé de piedras cuando se trata de tirarlas al mar, y eso que ni siquiera botan.
No llores, de verdad, que se te borran las pecas.
3 comentarios:
Yo solía despertarme para eso.
Pero supongo que en esa época no tenía tanto sueño siempre.
Los años, que no vienen solos.
Yo no sé, ni aprendí. Pero llegado el caso lo haría. Para entender los carteles, más que nada. Y no tener que estar preguntando todo el tiempo palabras sueltas.
El comerrocas era un ser entrañable. En los libros; en las películas no.
Las flores amarillas son símbolo de celos...
Las piedras, ciertamente no botan, pero si las tiras con cierta destreza es posible que consigas que salten sobre el agua dibujando ondas...
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